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(#LaCity): Crece la preocupaci贸n e incertidumbre de los inquilinos de comercios sobre c贸mo renegociar contratos de abril

(#LaCity): Crece la preocupaci贸n e incertidumbre de los inquilinos de comercios sobre c贸mo renegociar contratos de abril

Por Ignacio Pellizzón

 

“Estoy desesperado porque no sé como voy a pagar el alquiler el mes que viene”. Son las crudas palabras de un comerciante histórico del microcentro de Rosario. Pese al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que emitió el gobierno nacional para congelar los alquileres por 180 días y evitar los desalojos, los desafíos que económicos que se avecinan para los comerciantes son alarmantes.

Si bien desde la Cámara de Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros) señalan que todavía no hubo cese de pago de alquileres, sí advierten un panorama sombrío de cara al mes que viene, en caso de que la cuarentena se extiende por más tiempo.
 
La confesión a Rosario Nuestro por parte del presidente de Cadeiros, Sebastián Dib Kai, es contundente: “Estamos preocupadísimos porque en este contexto de recesión, del cual ya venimos aguantando, sumado al cierre por cuarentena, va a ser muy complicado que muchos puedan afrontar los gastos fijos como los alquileres”.
 
El referente de la entidad admite que el contexto de pandemia es complejo para todos los sectores y no solamente para los inquilinos de los negocios, pero sí advierte que el estado de situación de los que deben afrontar el pago del alquiler mensual es “alarmante y preocupante”, porque vienen cargando sobre sus hombros “la crisis y la cuarentena”.
 
El mismo intendente de Rosario, Pablo Javkin, expresó a este medio que las arcas de la Municipalidad “están cayendo abruptamente” en cuanto a las recaudaciones y enfatizó: "Hay actividades que registran 100 por ciento de caída, algunas de 50 por ciento, lo vivimos día a día”.
 
Desde la Asociación de Hoteleros Gastronómicos de la ciudad (Aehgar), advierten que el panorama se va a ir complejizando a medida que pase el tiempo, porque “la actividad gastronómica, por ejemplo, que aglutina mucha gente, seguramente será una de las últimas en ser liberadas”.
 
Por su parte, el titular de Aehgar, Carlos Mellano, estima que cuando la pandemia vaya cesando y la cuarentena disminuya, “los negocios ligados a la gastronomía se irán acoplando lentamente y con mucha rigurosidad mediante”, porque entiende que el virus seguirá circulando por varios meses más “y habrá que cumplir un protocolo”.
 
Apunta que el DNU del gobierno nacional es lo máximo que puede hacer el Estado para intervenir en este conflicto, porque después “se trata de una negociación entre partes privadas y tienen que llegar a un acuerdo entre propietario y locatario”. De todos modos recalcó que “no puede haber intervención estatal en esa discusión”.
 
GIGANTES EN RIESGO

En otros países se dieron situaciones similares: Confindustria Moda de Italia pidió la revisión de los montos hasta que la actividad comercial, turística y residencial se recupere por completo. Lo mismo hizo Primark en Inglaterra mientras que Fraser y Arcadia, el grupo dueño de Topshop y Topman solicitó una reducción del 50 por ciento.
 
La misma postura tomó el grupo Inditex, propietario de Zara -la firma que gasta una media de alrededor de 320 mil euros al año por local. La decisión de la casa matriz fue que este mes no cumplirá los contratos de alquiler en ningún país del mundo.
 
A su vez, los grupos Adidas y H&M en Alemania, anunciaron lo mismo, siendo una decisión que generó "indignación" en el gobierno de ese país y una polémica que llevó a la marca deportiva a cambiar de idea y cumplir los contratos. La firma de indumentaria sueca con más de 5000 puntos de venta y la que más gasta del mundo en alquileres -alrededor de doscientos millones de euros al mes- se mantuvo en su postura.
 
En línea con lo que pasa en el mundo, IRSA, el grupo propietario de los principales shoppings del país, generó alivio a sus locatarios cuando les informó por medio de una carta no cobrará los fee mensuales que vencían a principio de este mes. En otros casos, como en Buenos Aires, fueron las marcas las que tomaron la posta y algunas cadenas comerciales instaladas en inmuebles ubicados en las principales avenidas porteñas comunicaron a los propietarios de los locales que no sabían qué porcentaje del alquiler pueden afrontar.