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(#RinconFeminista): Clara Serra: “El feminismo es coherencia con igualdad, libertad y fraternidad”

(#RinconFeminista): Clara Serra: “El feminismo es coherencia con igualdad, libertad y fraternidad”

Si su primer libro "Leonas y Zorras", fue un manual de filosofía política para la reflexión feminista. En su nueva obra "Manuel Ultravioleta", Clara Serra se pone más divulgativa para poder llegar a todo el mundo y reflexionar sobre qué es el feminismo y la igualdad.

 

Y para la filósofa y política, el feminismo no es otra cosa que "una profundización, una radicalización, o una exigencia de coherencia a los ideales más bellos y más transformadores de los que se ha dotado la humanidad. Así, el feminismo es, en este sentido, una petición de coherencia a los ideales de igualdad, de libertad y de fraternidad", explica en una entrevista con Efe.

 

En sus 200 páginas, "Manuel Ultravioleta" (Ediciones B),que acaba de salir a la calle, la portavoz de Podemos en Asamblea de Madrid lleva al lector a Grecia y su mitología para analizar los "hilos" que conectan pasado y presente y repasa los estereotipos relacionados con las mujeres.

 

Además aporta datos que confirman desigualdades y aboga por cuotas, el lenguaje inclusivo y por desterrar la posible creencia de que el "feminismo es un movimiento contra los hombres".

 

"Estamos viviendo muchas cosas -argumenta la autora-, porque es un momento político muy convulso y a la vez que acontece el feminismo también se dan fenómenos políticos muy relevantes, como el auge de proyectos reaccionarios que creo que es síntoma de nuestra época", dice Serra.

 

"El feminismo es un frente activo y lleno de vida también a escala internacional y, en ese sentido, sí que creo que es ahora mismo la revolución que promete ir hacia delante en vez de hacia atrás. Hay movimientos que son reaccionarios y que pretenden una vuelta al pasado y el feminismo esta siendo claramente una revolución que nos promete que vayamos hacia el futuro", sostiene la política.

 

Y ante la posibilidad de que esos movimientos a los que hace referencia puedan hacer retroceder en los derechos de la mujer, Serra cree que "siempre es un posible un retroceso. La historia nos lo ha demostrado", advierte.

 

"Hay que estar alerta -recalca- pero sí creo que también que el feminismo tiene muchísima fuerza y, en ese sentido, soy bastante optimista. Eso si, hay que seguir convenciendo y haciendo un feminismo muy inclusivo y muy pedagógico y en parte es el objetivo del libro, contribuir a eso".

 

Con respecto al patriarcado Serra sostiene que es una institución cultural. "Es una institución que puede cambiarse pero tenemos que transformar muchas otras instituciones también. La familia, por supuesto, es una de ellas".

 

Para la autora al patriarcado hay que afrontarlo desde muchos frentes, "desde la política institucional, pero también desde la cultura. El mundo de la creación y el arte me parece clave para modificar algo que tiene mucho que ver con nuestra sensibilidad, con una manera de ver el mundo. A veces, se cambia más desde una película o una canción que explicitando un problema", defiende la filósofa.

 

En su defensa del lenguaje inclusivo, y en relación a unas afirmaciones del director de la RAE, Santiago Muñoz Machado sobre que "no se puede imponer una manera de hablar por decreto, ni por acuerdo", Serra asegura que el lenguaje tiene un plano político.

 

"Me parece que igual que hacemos política con la imaginación o con la argumentación -precisa- también hacemos política con las palabras y el lenguaje, y es un ámbito que usamos políticamente para hacer ciertas violentaciones del sentido común para visibilizar cosas que están ocultas. La utilización de determinadas palabras para iluminar el hecho de que las mujeres no suelen ser nombradas me parece una intervención política como tantas otras".

 

El libro también aborda el tema de las cuotas."Creo que avanzamos bastante con la Ley de Igualdad y que cambió el sentido común, pero seguimos teniendo muchas veces que explicar por qué en este mundo hace falta no tanto establecer cuotas femeninas sino revertir lo que hay de suyo de forma natural, que es una cuota masculina".

 

"Lo que debemos plantearnos para los que dicen que las cuotas se oponen a la meritocracia es (...) si es meritocracia que no haya mujeres en los consejos de administración de las empresas, en los altos cargos del Poder Judicial, que no haya mujeres en los rectorados de las Universidades, en los puestos de alto poder político. La pregunta es cómo revertimos esa cuota masculina y no hay ninguna otra mejor manera. No existe", concluye.-

 

Patricia Crespo

 

Fuente: Eldiario.es